Otro comportamiento importante de la luz en la fotografía es el del: “ángulo de incidencia es igual al ángulo de reflejo”. Siempre es bueno acordarse de esto, porque es lo que hacemos todo el tiempo. La iluminación en el ángulo incorrecto, no traerá el efecto deseado, incluso puede no tener ningún resultado. Si el ángulo es incorrecto, el reflejo caerá fuera de la imagen. La iluminación es como jugar al billar. La bola corre, pega el borde en un ángulo determinado y rebota en el mismo ángulo hacia la dirección opuesta. Con la luz sucede exactamente lo mismo. En la imagen abajo pueden ver como cambia el reflejo de la luz al correr su fuente.
En la botella izquierda (imagen arriba) la fuente de luz estaba a la izquierda de la cámara. Mientras en la imagen de la botella derecha la luz viene de atrás, direccionada hacia la botella. Compara la ilustración de la derecha. En caso de una botella tenemos que tener en cuenta su forma redonda, además del comportamiento de la luz.
Así que antes de posicionar la luz, tengo que determinar, donde quiero tener el reflejo de las altas luces en la imagen (si es que quiero tener un reflejo). Si estoy tomando un retrato de una personas con anteojos, conviene usar este hecho a mi favor. Posiciono la luz y/o los anteojos en tal ángulo, que el reflejo no caiga hacia la cámara, sino fuera de la imagen, así evito perder los ojos por el reflejo de las luces en los vidrios. Pero si decido tener un reflejo, necesito determinar donde quiero que aparezca la imagen, y según el ángulo de la cámara posicionar la luz acorde. Si estoy trabajando con varias fuentes de luz, tengo que repetir estos pasos por cada una de ellas.
El concepto, si bien es sencillo, es una de las cosas mas importantes de aprender y practicar en la iluminación. Sirve poco manejar la exposición y no poder controlar nuestra materia prima, la luz.